- Establece una rutina de sueño con horarios fijos para dormir y despertarte. Esta regularidad facilitará la adaptación de tu organismo al nuevo horario.
- Evita las siestas hasta que te hayas acostumbrado al nuevo horario, para evitar los desajustes en tus ritmos de sueño y vigila.
- Evita las cenas pesadas y no te acuestes inmediatamente después. Es mejor tomar alimentos ligeros y con poca grasa y dejar pasar al menos una hora antes de irte a dormir.
- Reduce el consumo de cafeína y otros excitantes, no son buenos aliados para adaptarte al nuevo horario.
- Si vas a practicar ejercicio, hazlo varias horas antes de dormir, ya que la actividad física intensa puede producir insomnio.
- Evita las luces brillantes, especialmente de móviles, tablets, ordenadores o televisores, antes de dormir. Su uso prolongado altera los ritmos circadianos y reduce la calidad del sueño.
Si a pesar de seguir estos consejos tienes dificultades para adaptarte al nuevo horario, consulta con nosotros para que te aconsejemos, si fuera necesario, los productos más adecuados para aliviar el insomnio ocasional provocado por el cambio de hora.
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